Metamorfosis en el campo
Todo comenzó en el profundo subconsciente del sueño dónde todo parece realidad y no hay cabida para la lógica...inmersa en el sueño inconsciente, me vi envuelta en un ligero trote en amplios campos...trote que se fue acentuando hasta correr con una fuerza imparable. Esta fuerza seguía incrementándose hasta que de pronto mi fisiología comenzó a agacharse paulatinamente al punto de impulsarme con las manos en esta adrenalínica carrera contra mi propio ser. Ya no era humana, me había convertido en un perro negro, estirando todo el cuerpo pegaba largos saltos que me llevaban lejos y a una velocidad muy alta. Mezcla de miedo y euforia, no podía parar. Siento que me observan. Hay un hombre a lo lejos...de mediana edad...me está observando...y a su lado, un niño le acompaña tomándole de la mano, ambos me siguen el rastro asombrados de esta metamorfosis...no puedo mirarlos, no puedo desconcentrarme porque diviso un alambre de púas que delimita el paso hacia otro campo, pero no puedo frenar......